jueves, 17 de mayo de 2012

Miel


Apoyada en la ventana, con la mejilla en la mano, no puedo dejar de pensar en ti mientras veo la lluvia infinita caer. No he podido verte y no puedo evitar preguntarme qué estarás haciendo. Cada vez que te recuerdo, mi corazón se sobrecoge por todos los recuerdos. Eres la llave exacta de mi alma. ¿No es extraño? Solo me basta recordarte para sonreír. Es como la miel, disolviéndose en un vaso de leche caliente: mi corazón se disuelve y tú eres la mejor miel.

Miro al cielo y encuentro nuevas constelaciones que sólo tú y yo podemos ver. Me gustaría que volviéramos a ver las estrellas esta noche, pero cuando estoy junto a ti me es imposible mirarlas. Siento como si siempre estuvieras a mi lado y ya no recuerdo esas lágrimas que significaban tristeza porque ahora tu sonrisa es mi mejor miel.

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