Dijo que era para siempre y alimentó con este argumento todas sus mentiras. Dijo que nunca me olvidaría y me lo creí. No me culpes por creer tus mentiras porque yo siempre he confiado en ti.
Hay gente que te dice lo que realmente quiere decir. Me dijo que siempre iba a estar ahí... que yo siempre le iba a importar. Y justo cuando empecé a confiar, todas los mitos empezaron a caer. Porque me prometiste cosas que no podías mantener. Además, esto sólo me hiere a mí. ¿Cómo puedo hacerte ver el daño que me has hecho? Si yo fuera tú nunca podría mentirle a la persona a la que quiero...
1 comentario:
Cuando descubrimos una mentira no nos da por pensar en cómo hubiésemos reaccionado si nos hubiéramos encontrado con la verdad directamente.
No pensamos en todo el tiempo que hemos sido felices viviendo esa mentira que nunca conseguiremos de verdad.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
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